Buenos días chicas, ¿ya tenéis ganas de verano? Pues por aquí una que se os une sin dudarlo. Como ya viene siendo habitual desde que empecé con esta sección y a tan solo dos días de que empiece el verano os voy a contar que es lo que más me gusta de esta época del año.
Creo que tengo que comenzar diciendo que sin duda es mi época favorita del año. Es de la que más disfruto, donde los planes desbordan nuestras agendas, donde las aventuras se convierten en el día a día. Es la época para disfrutar, bailar, soñar, nadar, descubrir, imaginar, desaparecer. El momento de las reuniones, de los viajes, de las escapadas, de los picnics, de las mañanas de piscina, de las tardes de playa, de las puestas de sol, de las estrella en todos los rincones. En definitiva, es la estación de la alegría y el alboroto, de las risas y de ese estado infinito de "no quiero que te acabes nunca."
Así que éstas son las cosas que más me gustan del verano:
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Las fiestas en las que todo son bailes, luces, música y
diversión.
Los domingos en los pueblos pesqueros. Paseando, hablando,
descubriendo…
Perderme por las calles con un helado. Y es que un helado
siempre es una buena opción, pero si además lo acompañas de un paseo sin rumbo
se convierte en el mejor plan para una tarde.
El aftersun de Ecran. Es el olor de mi infancia en verano. Embadurnarte
hasta quedarte completamente blanca y que tu pijama huela a eso. Es como dormir
en la playa.
Despertarme por las mañanas con el sol entrando por la
ventana.
La fruta, las ensaladas, el tomate, los zumos y por supuesto los helados.
Sentir la arena bajo mis pies. Ver la puesta de sol, que
deja paso a las estrellas.
Las tardes de juegos en el jardín. Sí siguen siendo una de
las mayores atracciones del verano. Pero con guerra de globos de agua, sino, no
tienen gracia.
El olor a playa, a la arena y al agua del mar cuando llegas
a casa después de un día entero disfrutando en ella. Ese olor con el que la
gente de costa hemos crecido. Llegas a casa y quitarte la ropa para ducharte
pero que tu piel huela a playa.
Las cenas al aire libre. O las comidas. Y por supuesto los
desayunos. En la terraza, mientras disfrutas de los primeros rayos del sol del
día con un zumo de naranja y tostadas de aceite con tomate.
Como ya os he contado aún me quedan unos días para volver a mi ciudad, así que no me ha quedado otra que tirar de archivo. Aunque no os lo creáis esa foto es un 2 de Enero, y así de bonita estaba la playa de . Sin duda que es un lujo tener algo así cerca.
Decidme que vuestros veranos cuando erais peques también se reducen a esta imagen. A mi me encaban esas guerras en el jardín en las que siempre ganaban "los mayores". A día de hoy cada cumpleaños sigue siendo la escusa perfecta.
Es una pena que no se pueda oler a través de la pantalla. Me encantaría saber describiros ese momento, ese olor, pero la verdad es que es bastante complicado. Si lo recuerdo cuando era pequeña os diría que olía a vacaciones, a bocata de tortilla de la abuela, a verano, a juegos y baños infinitos, a libertad. Si os lo tengo que describir ahora sonaría a ganas de disfrutar, a tranquilidad, a reflexión, a saber que has vuelto a casa, a disfrutar de cada segundo antes de volver a hacer las maletas, a no querer moverte de ahí. Y es que hace tiempo que la playa para mí está ligada a pensar.
No sé si a vosotras también os pasa, pero cuando llega el verano me encantan las noches en los jardines. Esos lugares en los que se esmeran por hacer una decoración bonita. Los jardines, con mesas pequeñas, luces y velas, muchas velas. Es el lugar perfecto para una noche de verano.
Esta es la vista de uno de los pueblos más bonitos del Norte. Castro Urdiales tiene eso poquito de marinero, eso poquito de pesquero, eso poquito del Norte, eso poquito de donde se come bien, eso poquito de historia, eso poquito de todo que hace que pasar un día, un fin de semana o probablemente una vida entera se convierta en algo bonico, muy bonico.
Y a vosotras, ¿qué es lo que más os gusta del verano? Contadme.
