Como ya os comenté en el anterior post, una de las cosas que más me gusta hacer durante esta época del año son meriendas. Todos los días me parece un buen momento para meterme en la cocina y poner en práctica alguna receta. La verdad es que siempre me ha encantado cocinar, tener la casa llena de amigos y poder cocinar con ellos. Sin duda es el mejor momento con ellos. Poner música y dejar que entre olores y sabores las conversaciones fluyan.
Así que he decidido que hoy os iba a enseñar una receta que muchas probablemente ya conozcáis pero que me encanta hacer en Navidad y son crêpes.
Es una merienda que la puedes adaptar a tus gustos, según sean dulces o salados o incluso si tienes invitados combinar ambas opciones es una mezcla perfecta por la que todos se quedarán esperando la próxima invitación.
INGREDIENTES
En esta ocasión opté por el lado dulce pero como ya os he dicho, las combinaciones son infinitas. Esta es la receta para más o menos 8 crêpes, dependerá de como sea vuestra sartén y del grosor que os guste:
- 250 g. de harina.
- 4 huevos.
- 1/2 litro de leche (preferiblemente entera).
- 35 g. de mantequilla.
- 10 g. de azúcar.
- Un poquito de sal.
MODO DE PREPARACIÓN.
- En un bol o en un recipiente amplio ponemos la harina a la que poco a poco le iremos añadiendo los huevos, la leche, el azúcar y la sal. Batiremos bien con una varilla o bien con una batidora, como prefiráis, todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla que sea más líquida que espesa.
- Lo dejaremos reposar entre 5-10 minutos y a continuación untaremos la sartén con un poco de mantequilla, que extendemos por toda la base. Esperamos que la sartén se caliente a fuego medio.
- Una vez la base de la sartén esté caliente, con un cucharón echaremos la mezcla que habíamos preparado. Tenéis que echarlo poco a poco hasta que la base de la sartén quede totalmente cubierta.
- Una vez que se haya dorado por un lado, le daremos la vuelta, con cuidado de que no se os rompa.
- Deberemos repetir la operación de engrasar la sartén con la mantequilla progresivamente.
Como en esta ocasión eran crêpes dulces, derretí un poco de chocolate para acompañarlos. Para ello simplemente ponéis en un recipiente un poquito de agua, para que el chocolate cuando se empiece a derretir no se os pegue. Cuando el agua esté caliente añadís la cantidad de chocolate que queráis (preferiblemente que sea chocolate de cobertura para postres). Ya solo os queda seleccionar las frutas que más os gusten, trocearlas y servir.
Como recomendación os diré que es mejor lo que sirváis por separado y así cada uno puede poner a su crêpe lo que más le guste.
SUGERENCIA.
SUGERENCIA.
Los crêpes dulces funcionan muy bien con fruta, chocolate, nata, helado y mermelada. Por el contrario, los crêpes salados podéis combinarlos con ensalada, carne, queso o verduras.
Para esta ocasión elegí crêpes dulce que llevaban los siguientes ingredientes: mandarina, kiwi, frambuesas, piña, plátano, arándanos y chocolate derretido.
Espero que os haya gustado esta idea y que me enviéis vuestras adaptaciones. Disfrutad mucho estos días.