Así que yo ya me he empezado a preparar para cuando el otoño quiera llegar y hoy os cuento cuáles son mis accesorios imprescindibles para sobrevivir a cualquier otoño.
#1. Tazas bonitas.
Café, té y... chocolate. Sin lo primero no podría vivir en cualquier época del año, pero sin duda que el consumo de lo segundo y tercero se multiplica en estas fechas. Llegas a casa congelada de la calle, quitarte el abrigo, los guantes, la bufanda y ¡todo lo que ustedes quieran! y sentarte en el sofá con una manta calentita para disfrutar de una taza de chocolate mientras escuchas esa playlist que tanto te gusta. Apetece, ¿verdad? Y si a todo esto le añadimos tazas bonitas, pues la felicidad se multiplica.
#2. Bufanda calentita.
Sí. Lo reconozco. Soy la persona más friolera de este mundo. Las temperaturas invernales no se hicieron para mí ¡y eso que soy del Norte! Cada año es una tortura para mí. Salir a la calle con grados negativos lo considero una actividad que debería de estar prohibida, lo que me hace ir como una auténtica cebolla a todos los sitios. Si, si, capas y más capas encima de mí a donde quiera que yo vaya. Por eso, sin duda, las bufandas enormes y muy calentitas son algo sin lo que no podría vivir una vez que mi querido verano decide abandonarme.
#3. Sombreros.
¡Me encantan! En otoño, en invierno, en primavera y en verano. Siempre son una buena idea. En verano te protegerán del sol y en otoño-invierno te darán calorcito. Son el complemento perfecto que termina cualquier look, y siempre combinan con todo, vestidos, tejanos, faldas... Son sin duda el complemento perfecto. Poco a poco voy aumentando mi colección pero os aseguro que por mí tendría muchísimos más.
#4. Jerseys.
Y si hace un momento os decía que las bufandas eran un más que imprescindible, los jerseys son, probablemente, mi prenda de ropa favorita para esta época del año. ¿Hay algo mejor que esos jersey oversize, gorditos y super calentitos? Sinceramente no sé quién los diseñó por primera vez, pero desde aquí le agradezco la genial idea que tuvo. Además, siempre te salvarán de esos días en los que no sabes qué ponerte. ¿Solución? Abre el armario, escoge tus vaqueros favoritos, ponte una camiseta básica debajo y encima uno de estos jerseys. Botines de tacón en los pies, una trenza despeinada, labios rojos y tu sombrero favorito. No necesitas más. Lo tengo comprobado.
#5. Blusas.
Si los jerseys son imprescindibles, las blusas no lo son menos. Son otra de esas cosas que te salvan la vida. Para ir a clase, a la oficina, a recoger a los nenes al cole, reuniones, cenas con amigos, esas cañas al final de la jornada laboral que saben a gloria, o para las noches de vino con amigos. Para ir de compras, para el teatro, el cine o lo que te de la gana. Yo hace unos años me enamoré de esta que os enseño en las fotos. No se si será en vuelo que coge al final, el detalle del encage en las mangas o el pequeño doble que tiene en la espalda. Aunque probablemente, sea su color verde botella lo que me terminó de enamorar. Y ahora os voy a contar un secreto. Fue un flechazo tan grande el que sentí por esta blusa cuando la vi que llegué al punto de comprarme dos iguales. Y no, no, piensen que estoy loca, pero es que un día se la presté a una amiga y me la quemó con la plancha. Os prometo que cuando me lo dijo, casi muero. Así, que ahí estaba yo, con mi blusa favorita quemada encima de las piernas mientras iba a la web de ZARA ha comprar otra.
#6. Oxford.
Si hay algo que agradezco al otoño es poder usar Oxford. Probablemente sea unos de mis tipos de zapatos favoritos. El clásico inglés consiguió conquistarme hace ya unos cuantos años y desde entonces se convirtieron en imprescindibles. Son elegantes, versátiles y siempre darán un toque especial a tus outfits. Si estáis buscando unos zapatos para cualquier ocasión, no lo dudéis. Además, hoy en día las tiendas ofrecen una gran variedad de modelos, formas, colores y materiales, así que seguro que encontráis los vuestros.
#7. Cacao / crema de manos / hidratante corporal.
Creo que ya os he dicho que no soporto el frío. Es más, no es que no lo soporte, es que lo odio. Y ésta es una de las razones: seguro que a todas os ha ocurrido eso de pasaros semanas y semanas con los labios agrietados, sangrando, llenos de esos pequeños y molestos cortes. Y a esto le tenemos que añadir la sequedad de la piel debido, no solo al frío de la calle sino también a la calefacción. Esto provoca el siguiente problema: los resfriados. Semanas y semanas sin poder respirar, de ojos hinchados y ojeras de oso panda por no poder dormir, de pañuelos y más pañuelos, lo que desemboca en narices rojas y llenas de heridas. Es el mayor desastre de esta época, aunque creo que los kilos ganados en Navidad lo superan. De cualquier modo, para intentar evitar o poner solución cuando ya ha ocurrido, los cacaos, y cremas hidratantes de cualquier tipo son mis aliados. Los tengo en el baño, en la mesilla del dormitorio, en el bolso... ¡en todos lados!
#8. Té, mucho té.
Pues sí. El té es otra de esas cosas que adoro del otoño y del frío. Tazas y más tazas de té de cualquier sabor. Si a esto le añadimos un toque de canela, o de jengibre, pues todo va mucho mejor. Y así la hora de la merienda o el rato de lectura sienta mucho mejor. Adoro cuando el olor a té inunda mi casa, es uno de esos olores que me dicen que el otoño ha llegado.
#9. Deco Home: Luces.
Cuando vives entre dos ciudades y dos casas y ninguna de las dos es realmente la tuya propia, la decoración se convierte en algo complicado. Pero sin duda que las luces son una de mis cosas favoritas de decoración. Cuando en la calle ya hace demasiado frío y es de noche me encanta bajar la luces de mi casa, tener esa luz bajita, con música de fondo mientras uno de mis jerseys gorditos me envuelve es una de las sensaciones que adoro del otoño.
#10. Libros / revistas / guías...
En el sofá, en el escritorio, en la cama, en donde sea, pero sin duda me encanta el otoño por esto. Estar en casita, calentita, con la taza de chocolate, mientras la lluvia golpea los cristales y yo estoy envuelta en mi manta y perdida en un libro. O en un artículo interesante de una revista. O soñando con el próximo viaje. La luces muy bajitas, una vela con olor a otoño y mi música favorita de fondo. Creo que no se puede pedir más para una tarde de descanso.
Pues esto ha sido todo por hoy chicas. Espero que os haya gustado y que me dejéis en los comentarios cuales son vuestros accesorios imprescindibles para el otoño.